El jamón envasado al vacío es uno de esos productos que no puedes olvidar cuando vas al supermercado, ya que, su delicioso sabor y su adaptabilidad lo hacen excelente para complementar una gran variedad de recetas, tanto si lo prefieres en trozos, en lonchas, entero o deshuesado.
El verdadero problema surge a la hora de conservarlo porque, si no se envasa adecuadamente, en ocasiones puede estropearse antes de tiempo.
El envasado al vacío, que consiste en introducir el jamón en una bolsa de plástico y extraer todo el aire para que el jamón dure más tiempo, es uno de los métodos más eficaces que puede utilizar.
Quien posee un jamón tiene un tesoro, ya sea entero, en lonchas, cortado en trozos deshuesados o en tacos. Nos gustaría hacerle saber cuánto dura un jamón entero envasado al vacío, porque esta joya hay que apreciarla como se merece.
En primer lugar, mantener fresco un jamón entero sin envasar tiene sus retos, algunos de los cuales son idénticos a esta situación. Ya hemos hablado de estos retos. Hoy te proporcionaremos la información necesaria si opta por envasarlo al vacío para garantizar una buena conservación.
jamón iberico al vacío
Para empezar, el envasado al vacío es un método de conservación de alimentos que consiste en introducir el alimento -en este caso, jamón- en bolsas de plástico y extraerles todo el aire.
Sin aire en el interior del envase, el jamón se almacena en el propio plástico. Como resultado, se conserva durante más tiempo porque no está sometido al deterioro que el oxígeno provoca en nuestros alimentos.
El jamón envasado al vacío correctamente puede permanecer sin abrir hasta 90 días, aunque hay que tener en cuenta que estos loncheados no requieren congelación. Debe evitarse el frigorífico, ya que al hacerlo se destruirá por completo el sabor de un producto que ha requerido tanta atención durante tanto tiempo para alcanzar la grandeza. El jamón puede envasarse al vacío para alargar su fecha de caducidad y conservar sus sutilezas sin necesidad de congelarlo.
Por mucho que intenten convencerte de lo contrario, el jamón envasado al vacío conserva todas las cualidades que tenía cuando se envasó por primera vez. Este es uno de los objetivos clave de esta técnica. El color del jamón es el mejor indicador de si se ha envasado correctamente al vacío, ya que tiende a cambiar en ausencia de oxígeno.
Siempre que no tengas el jamón ibérico congelado al vacío, lo que le haría perder sus cualidades organolépticas una vez descongelado, la textura del jamón también puede conservarse con este método de almacenamiento.
¿Cómo conservar mejor al vacío?
1.Busca de un lugar seco y oscuro. Lo ideal es mantener la carne alejada del sol o de otras fuentes de calor, por lo que es mejor alejarla, por ejemplo, del horno y dejarla en un lugar oscuro. El calor también puede perjudicar la calidad de la carne. Una despensa es la mejor opción.
2.El jamón loncheado no necesita conservarse en el frigorífico. Hay quien piensa que lo típico es guardar el jamón en el frigorífico, pero como ya hemos dicho, una despensa es suficiente, ya que sólo hay que mantenerlo en un lugar que no supere los 21ºC. No hace falta que tengas tres kilos de jamón ibérico ocupando espacio en tu nevera si has comprado uno de nuestros kits ¡No te cortes!
3.No lo consumas con excesiva avidez. Es importante disfrutar adecuadamente comiendo jamón, ya que es toda una experiencia. No podrá saborear el sabor de esta delicia si consume las lonchas inmediatamente después de sacarlas de un envase al vacío.
Mientras esperas a que la carne repose, corta un poco de pan y tomates o prepara unos picos. Cuando las lonchas se separen de forma natural, tu jamón estará listo. Te darás cuenta de por qué la espera ha merecido la pena cuando lo muerdas.
Debes inspeccionar periódicamente los paquetes de jamón para asegurarse de que el envase sigue en excelente estado. Si descubres que alguno de los paquetes contiene aire, ábrelo primero para evitar que se desperdicie comida.
4.Antiguamente se pensaba que recubrir el jamón con una mezcla de aceite y pimentón una vez cortado era la mejor manera de conservarlo, pero ahora se ha comprobado que en realidad se trata de un mito que no ofrece ningún valor.
Sólo se debe cubrir la zona que se corta con uno de los primeros cortes del jamón porque su propia grasa ayudará a conservarlo sin cambiar su sabor ni su textura.